Vengo a recomendaros una serie. He de avisar de que se trata de una serie teen, así que es posible que no sea para todos los gustos. En verdad, ¿cuál lo es? En fin, que si os gusta la ficción adolescente, echadle un vistazo a 13 reasons why, para mí mucho mejor (y más realista) que la mayoría de las series sobre adolescentes de los últimos tiempos. Y me abstendré de hacer el juego de palabras de "trece razones por las que la recomiendo". No sé si llego a trece, pero aquí van mis motivos.
La premisa: un chico recibe una caja con trece cintas de radiocasete. En las cintas, Hannah narra las trece razones que le han llevado a suicidarse. Y si te llega esta caja, es porque tú eres una de las razones. Así que aunque la protagonista venga del más allá para atormentar al resto de personajes, no, no es sobrenatural, no hay brujas, ni vampiros buenorros, ni ángeles enamoradizos, ni demonios arrepentidos, ni demás personajes típicos de la ficción young adult. Tampoco es un Física o química, un Gossip Girl, o un Chicas malas. No es una telenovela de a ver con quién se lía hoy tal o cuál.
Claro que hay líos, y fiestas, y alcohol, y animadoras populares, y freaks con escasa vida social. Pero sé lo que estáis pensando y no, ésta no es una historia sobre bullying al uso. No hay acosadores. No hay espectadores pasivos que ríen las gracias o miran para otro lado. Hay gente normal, amigos, conocidos, en general buenas personas, que cometieron una estupidez, una tontería. Una foto sacada de contexto, un rumor, alguien que no está ahí justo cuando se le necesita. Es como una gran moraleja del efecto que tienen nuestras acciones en las personas que nos rodean, incluso por las que nos preocupamos.
"Contéstame, ¿yo maté a Hannah? ¿Yo maté a Hannah Baker?"
"... Sí."
Aún no he dicho que esta serie está basada en un libro del mismo nombre (sí, el libro ya tiene unos añicos, de ahí lo de las cintas de casete en lugar de un archivo 13reasonswhy.mp3 en Drive, pero la adaptación de la serie al año 2017 está muy lograda). El libro seguía los pasos del protagonista mientras escucha las cintas a lo largo de una noche. Sin embargo, la serie va saltando entre lo que le ocurrió a Hannah en el pasado, relatado por la voz en off de la propia Hannah grabada en las cintas, y las consecuencias que están provocando estas cintas para los implicados en el presente. Por ello, la serie me ha atrapado mucho más que el libro. Permite mostrar que la mayoría de estos implicados son personas normales, con reacciones normales para su edad, que se equivocan (protagonista incluida), que, consciente o inconscientemente, fallaron a otra persona.
El otro aspecto clave que me ha encantado es la madurez con la que trata ciertos temas, como son el suicidio, la violación (sorry, mini-spoiler), o el machismo. En muchas series y sobretodo en las series dirigidas a público adolescente de temática sobrenatural o de ciencia ficción, suele haber una ingente cantidad de muertes cuyo efecto en el resto de los personajes suele durar un par de capítulos a lo sumo, y luego a otra cosa (alabemos la excepción de Jasper en The 100, que sufre durante más de una temporada entera un trastorno de estrés post-traumático tras la muerte de su novia, a pesar de las muchas críticas que haya recibido el personaje por volverse cansino o repetitivo, críticas que que no comparto en absoluto, estoy hasta las narices de los cientos de "supéralo ya" que he leído en Twitter). Así que una serie entera que trate sobre los efectos de la muerte de una persona en su entorno es algo que admirar y más cuando se trata de un suicidio, que suele ser tema tabú en nuestra sociedad. La serie ha optado por tratar tanto la escena de suicidio como las de violencia sexual con extremo detalle. Y no, no es morboso, no es un The Walking Dead que se recrea en la violencia, la sangre y lo gore. Como explican los propios productores de la serie, querían escenas que duraran lo suficiente como para incomodar al espectador, porque como mínimo debería sentirse incómodo por estas situaciones.
"Es un violador."
"Eso si crees a Hannah..."
"¿En serio? ¿Eres la única chica aquí y esa es tu posición?"
Los dos únicos problemas que le veo a 13 reasons why derivan del propio formato de serie. En cada capítulo, el protagonista escucha una de las cintas, en lugar de escuchar todas seguidas en un mismo día, como ocurría en el libro, lo que resulta chocante. Cada vez que se enfada o increpa a uno de los otros implicados al escuchar su cinta dan ganas de decirle, como hacen los demás personajes, que antes de criticar se escuche todas las cintas, la suya incluida. El otro problema es que, como cada capítulo está dedicado a una cinta, y por tanto a una historia de las trece que le ocurrieron a Hannah, en ocasiones la serie pierde ritmo y se pierde un poco la visión de la espiral de pesimismo, angustia, o como lo queráis llamar, en la que va entrando Hannah. Aún así, si habéis visto a Akward, Teen Wolf, Pretty Little Liars, o cualquier otra serie de la cadena The CW, deberías darle una oportunidad a 13 reasons why. Y ya me diréis si me equivoco, pero después de verla tengo la sensación de que al fin una serie teen muestra que no hace falta una protagonista fuerte e independiente para que sea feministamente aceptable.
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