Es cierto que, de cuatro entradas que tiene el blog, tres hablan de esta película. Prometo que la siguiente entrada no tendrá nada que ver, pero hoy (¡por fin!) he visto El Hobbit y me gustaría comentar unas cuantas impresiones. Aquí empiezan los spoilers, avisados quedais...
La verdad es que he ido al cine con un poco de miedito, la mitad de gente con la que he hablado me han asegurado que era buenísima y la otra mitad que era un desastre. Y yo, con mi tendencia a contentar a todo el mundo, diré que me ha dejado un sabor agridulce.
Me leí El Hobbit hace tanto tiempo que apenas lo recordaba, así que no opinaré sobre cómo han llevado a cabo la adaptación (que era uno de los temas más polémicos con respecto a esta película). A grandes rasgos, si no me ha llegado a convencer es fundamentalmente porque me parece excesivamente poco realista. Un amigo se empeña en recordarme que Tolkien escribió El Hobbit como un cuento. De acuerdo, pero, puesto que esto es una adaptación, yo habría preferido que Peter Jackson se hubiera acercado un poco más a la atmósfera de El Señor de los Anillos.
Ya tuve esa sensación al ver la primera parte. Recuerdo el momento en el que los enanos intentan huir en las cavernas y terminan cayendo varios metros tras romperse un puente. Cuando llegan al fondo, uno de ellos comenta "podría haber sido peor" y entonces se les cae encima el jefe de los trasgos (creo que eran trasgos). En ese momento dije "¿En serio? Incluso al mismísimo Aragorn, si hubiera sufrido esa caída, le habría costado lo suyo recuperarse." Supongo que entendeis a lo que me refiero, en esta segunda parte he tenido esa sensación demasiado rato. Quizá esto se deba a que la primera trilogía la ví de más joven y, entonces, era más fácil impresionarme, puede que si la viera ahora por primera vez también fuera más crítica.
En cualquier caso, si ha habido un momento que realmente me ha hecho dudar de si, en vez de estar viendo la precuela de ESDLA, estaba viendo Piratas del Caribe o alguna película de Tim Burton ha sido la aparición del gobernador de la Ciudad del Lago y su ayudante. Dos personajes demasiado cómicos o extravagantes para mi gusto, no me cuadran bien en el universo de El Señor de los Anillos. La comparación de estos dos con Theoden y Grima Lengua de Serpiente, por ejemplo, resulta nefasta.
Otro aspecto que no ha llegado a convencerme ha sido el singular estilo de lucha de los elfos. Vale, ya sabíamos todos que Legolas era capaz de cargarse él solito y con estilo a un olifante, pero había momentos que Tauriel y él parecían Farah y el Príncipe de Persia. Y ya que estamos con Tauriel, de su repentina atracción con Kili ni voy a hablar.
Pero no todo van a ser críticas, si nos olvidamos del punto excesivamente cómico y poco realista, lo demás me ha gustado bastante. Empezando por las primas de Ella-Laraña, que me han recordado la sensación de angustia que me dió el pobre Frodo en aquellos túneles. Tanto la ciudad, o palacio, o lo que sea, de Thranduil como Esgaroth, la Ciudad del Lago me han encantado. Hablando de escenarios, también las tumbas de los Nazgûl y Dol Guldur me han parecido sublimes y un tanto "acojonantes"... ¡Las escenas de Gandalf sí que eran El Señor de los Anillos en estado puro!
En cuanto a personajes, me encantan todos y cada uno de los gestos de Bilbo, un diez a Martin Freeman. Otro que me ha sorprendido ha sido Bardo, contrabandista con valor y antepasados de leyenda, qué os puedo decir, a mi me recordaba cada vez más a Aragorn (he notado el paso de los años al darme cuenta de que me empezaban a gustar más Bardo y Aragorn que Legolas, adiós adolescencia...). Y, por último, el magnífico dragón Smaug. Muy bien conseguidos sus movimientos, realmente impactante, incluso doblada sin la voz de Benedict Cumberbatch el bicho imponía.
Poco más que decir, una buena película, imprescindible para los fans de El Señor de los Anillos, mejorable en algunos aspectos pero, a fin de cuentas, es una película de transición hacia la tercera y última parte. Recordemos que Partida y regreso cuenta con la Batalla de los Cinco Ejércitos, estoy segura de que será todo lo épica que esta no ha conseguido llegar a ser.
Así me despido, soy Little Narky, Porta Fortuna y Jinete del Barril.
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